Artículo de Alejandro Arizkun en el nº 1 de la revista Iura Vasconiae, año 2004. Las facerías aparecen como acuerdos entre municipios vecinos para regular la explotación común de algunos recursos, especialmente de hierbas y aguas o para institucionalizar la resolución de conflictos en ese terreno. Se analiza el papel económico, cambiante en el tiempo, […]
¿EXISTE UNA CULTURA PIRENAICA? SOBRE LAS ESPECIFIDADES DEL PIRINEO Y EL PROCESO DE CAMBIO SOCIAL

El artículo que sigue fue presentado por su autora, Dolors Comas d’Argemir (Antropóloga social y catedrática de la Universitat Rovira i Virgili) en I Simposi de Poblament ais Pirineus, celebrado en Andorra en octubre de 1992. El documento completo está colgado en la página web del Instituto Aragonés de Antropología.
———————————————–
(Los valles Pirenaicos) son el escenario formidable en el que vamos a estudiar la vida y las costumbres de sus moradores. De este gran pueblo pirenaico, antiguo, bello y resistente, en el que la planta humana parece agarrarse al terruño como el musgo a la roca. Pueblo, sin embargo, cuya cultura y cuyos rasgos están, por fin, en trance de rápida desaparición (Violant y Simorra, 1949).
Han transcurrido más de cuarenta años desde que se publicara el libro de Ramón Violant y Simorra, El Pirineo Español. Y sigue siendo una obra rica, sugerente y llena de ideas, de referencia obligada para los estudiosos del Pirineo, especialmente para quienes nos interesamos por los aspectos relacionados con el sistema de vida y las formas de cultura. Se trata, por otra parte, de la síntesis etnográfica más ambiciosa y completa que se ha hecho hasta ahora sobre la región. El hilo conductor de esta obra es mostrar la unidad cultural del Pirineo, sin dejar de constatar, por otra parte, las peculiaridades de cada uno de sus valles, la enorme diversidad de sus gentes y de sus costumbres. Una preocupación subyace en todo el texto: la rapidez con que parecen destruirse los elementos que dotan de especificidad cultural al Pirineo; la urgencia, por tanto, de recogerlos, inventariarlos y darlos a conocer.
Dos grandes problemas metodológicos se encuentran planteados en la obra de Violant. Uno es cómo conjugar las nociones de unidad y de diversidad. Dicho de otra forma, ¿qué es lo que permite hablar de cultura pirenaica cuando se compone de unos fragmentos (o sub-unidades, si se prefiere) enormemente heterogéneos y diversos? El otro problema es cómo el cambio social afecta a la cultura pirenaica. ¿Es más genuina la cultura pirenaica descrita por Violant que la que podemos observar hoy en día? ¿Qué rasgos se deben mantener para que podamos seguir hablando de cultura pirenaica? En este caso la cuestión es cómo combinar las nociones de estabilidad y de cambio social.
Replantear estos problemas no es algo intrascendente, ni es tampoco un mero ejercicio intelectual. Ramón Violant y Simorra consideró su trabajo como un ejercicio de síntesis, «que sirva de guía a futuros etnógrafos», según sus propias palabras. Casi medio siglo después, los estudiosos del Pirineo han hecho crecer considerablemente el volumen de datos disponibles, a veces al abrigo de esta guía inestimable de Violant, a veces ignorando sus indicaciones, o discrepando de ellas. En cualquier caso, estas contribuciones han permitido descubrir nuevas sendas en el intrincado recorrido que ha de conducir a un mejor conocimiento de la cultura pirenaica. Tal vez es el momento de plantearse a dónde conducen estas sendas y de reencontrar los elementos que han de permitir hacer converger estos trabajos. Reflexionar sobre el concepto de CULTURA PIRENAICA puede ser útil para ello.
El objetivo de este artículo es, por tanto, presentar y comentar los elementos constitutivos de la cultura pirenaica, discutiendo la pertinencia y/o los problemas de considerar los Pirineos como una área cultural. Empezaré por presentar una posible definición operativa de cultura pirenaica. Otros dos apartados irán dirigidos a problematizar las nociones aparentemente opuestas de unidad/diversidad y estabilidad/cambio cuando se aplican al análisis de la cultura. Para seguir leyendo…
Sobre el artículo referente a la cultura pirenaica:
Interesantes las cuestiones metidológicas que plantea sobre Unidad-Diversidad y Estabilidad-Cambio.
Creo que además de recoger para salvar la memoria de las peculiaridades culturales y responder a estas cuestiones habría que prestar atención especial a cualquier forma de vigencia de las instituciones sociales que se describan. Pero además, superando lo etnográfico y también lo etnológico, es imprescindible seleccionar las que tengan mayor relevancia en la tradición cultural, y potencialidad de desarrollo en el contexto económico, social y político actual.