El derecho en Gipuzkoa es social, arranca de las raíces sociales. Es el derecho que no nace de la jurisprudencia, de la ley, de las sentencias, sino que nace de la realidad social. Un derecho mucho más vinculado a las gentes, porque lo crean para vivir lo mejor posible en ese momento con una idea muy importante como es la mirada al futuro. En la práctica vasca está la idea de la pervivencia, de la subsistencia y de proyectarse hacia adelante. Es una fusión entre lo personal y lo comunitario, lo que trasladado al campo político es la expresión más nítida de lo que es un sistema democrático. Quien actúa es el individuo pero actúa para la comunidad. (…)

(…) No se puede hacer política ni sociedad solo con el día a día, sino que es necesario echar un vistazo atrás a lo que es un enfoque guipuzcoano, históricamente hablando del derecho de propiedad, las relaciones sociales, las relaciones industriales, la ma­nera de garantizar un sentido comunitario de la vida y unos conceptos de valores que han de estar detrás de toda la reflexión que se pueda hacer en torno al horizonte del año 2020. A partir de las viejas lecciones del derecho foral guipuzcoano se puede fijar el papel y el lugar que Gipuzkoa tiene y ocupa dentro de Euskadi, el Estado español. Europa y en el mundo globalizado. (…)

(…) Durante mucho tiempo ha primado en los análisis económicos una visión de la inno­vación y del aprendizaje basada en la ciencia y en la I+D. Es cierto que, desde la apari­ción del capitalismo, los procesos de innovación muestran una tendencia creciente a descansar en el desarrollo de la ciencia, particularmente, en los nuevos sectores emer­gentes como las biociencias, nanotecnologías,… Pero todavía, la mayor parte de la innovación se asienta en la experiencia y en actividades no estrictamente científicas, como las del metal, predominantes en la economía vasca. (…)

(…) En el mundo de la universidad la suma de individualidades no es un plus, sino que acaba siendo negativa porque no hay manera eficiente de gestionar ante el peso de los individuos frente a lo colectivo. En la universidad cada vez más, las investigaciones se llevan a cabo por las leyes de la física, es decir, por el peso y el volumen, una hipertrofia supuestamente investigadora por la tipografía perversa de las leyes no escritas universitarias, en donde el que ocupa un despacho en una universidad trabaja desde el aislamiento y el interés propio, con lo que la incentividad en términos de rentabili­dad social es penosa, además del ámbito de la propia gobernanza de la educación en las universidades. (…)

(…) Gipuzkoa tiene una nutrida presencia en el terreno de la participación societaria en las empresas. Tanto en las cooperativas como en las sociedades anónimas, la partici­pación en el capital social de los trabajadores es más frecuente que en otras latitudes, llegando a ser unos referentes mundiales en este aspecto. (…)

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